Crecen las ventas de vino pero cae la facturación, según Bodegas de Argentina
Los volúmenes comercializados de vino crecieron, pero la facturación cayó por quinto año consecutivo, según el Centro de Estudios Económicos recientemente de Bodegas de Argentina.
“Si bien los volúmenes crecieron en mayor o menor medida, es más contundente lo que han caído los precios, por ende, la facturación total y el valor agregado”, afirmó el trabajo dado a conocer hoy.
Según la entidad, “es lo que realmente cuenta a la hora de analizar la situación del sector que, sin dudas, no es buena; de la facturación sale la inversión y el empleo, no de las cajas vendidas a un precio más bajo en promedio”.
“Veo con preocupación la caída del precio promedio y por ende de la facturación, la falta de premiumización en los mercados externos y la agresiva promoción en el mercado interno”, afirmó Patricia Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina.
De acuerdo con el trabajo, en los últimos meses han sucedido importantes transformaciones por cambios sustanciales de las variables macroeconómicas: ingreso de los consumidores, tipo de cambio y tasas de interés, principalmente.
Hasta mayo se observa un importante crecimiento de los despachos de vino desde las bodegas (+4,7% interanual) y un crecimiento de los volúmenes de exportación, en especial de vino granel de bajo precio (+24,3%), lo que generó un aumento del volumen total, según cifras oficiales de 9,9% en relación al mismo periodo del año anterior, situación que ya se había revertido en 2019 gracias a los fuertes envíos de vinos a granel.
“En cuanto a los precios promedio medidos en moneda constante, se advierte una caída muy importante”, remarcó el trabajo.
En el mercado interno, después de los “sustanciales descuentos que se realizan como promoción”, el precio promedio disminuyó en moneda constante casi 15% en relación a un año atrás, que ya había tenido una importante caída en relación a 2018.
En el mercado externo, la disminución fue aún más importante dado que lo que se expandió fue la exportación de vinos a granel de bajo precio; y el precio promedio cayó casi 14% y dejó la cotización en niveles por debajo de 2009.
“Las variables macroeconómicas que explican este comportamiento de precios son la tasa de interés, que obligó a las bodegas a liquidar stocks para disminuir la carga financiera de la inmovilización de inventarios, y el tipo de cambio, que permitió vender volúmenes importantes de granel en el mercado externo”, explicó Ramiro Barrios, director del área de Comercio Exterior de la entidad.
El resultado es un aumento de los volúmenes despachados y una caída muy importante de los precios, que trajo como consecuencia una caída de la facturación de la industria de 5,4%, en moneda constante en relación al año anterior.
El mercado interno fue el de mayor caída con casi 11%, mientras que en la exportación, gracias a un mejor tipo de cambio, se observó un aumento de 1,2% que no compensó lo sucedido en el mercado nacional.
“La ecuación entonces para la vitivinicultura en su conjunto es una caída de facturación y una disminución del margen de contribución de los productos, dado que cayeron los precios promedio y los costos variables aumentaron a la par del aumento de volumen”, concluyó.