Centro, el restaurante de Caballito que busca conquistar la ciudad

Centro abrió sus puertas a inicios de 2023 con la intención de convertirse en el restaurant de Caballito en el cual los vecinos pudieran disfrutar de una destacada propuesta gastronómica en la que sólo se utilizan productos de estación para conservar los verdaderos sabores.

Ubicado en un edificio art decó en una elegante ochava en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, en Aranguren y Neuquén, en Centro el chef Fernando Golabek -tras haber trabajado en restaurantes con estrellas Michelin- encontró un espacio para desplegar su talento.

“Cuando me convocaron los tres socios y me contaron su idea, acepté rápidamente porque el proyecto me identificaba; apenas conocí la arquitectura del local también supe que iba a funcionar y desde los inicios, y hasta hoy, pude trabajar con muchísima libertad”, afirmó el chef.

Golabek agrega: “Para armar la carta es clave inspirarse en los productos de temporada, y orgánicos, para que los sabores destaquen más; en Centro también hay influencia de la cocina europea porque viví en España seis años”.

A la noche, la propuesta gastronómica se divide en platos y platitos, para que cada comensal arme su experiencia a gusto.

Entre los platitos se puede optar por el pate de hígado de ave, la pesca curada, el tartar de res, la burratina, los espárragos asados y la ricota cremosa de almendras y pistachos. 

Entre los platos, el arroz socarrat con morcillas y vegetales de temporada, romero frito y ali oli cítrico; los agnolottis de zanahoria asada en manteca avellanada, queso azul, manteca cítrica y avellanas; chicken katsu de pollo de campo, repollo asado, salsa de maní y gochujang; y shari de arroz agridulce, con hongos, vegetales de temporada y kimchi.

Y, entre los postres, la crema catalana de lima y romero, con gel de pomelo y lima; las peras al Torrontés; el cremoso de chocolate 56% de Ecuador; profiterol marroc con crema de chocolate blanco, maní y dulce de leche; y quesos y dulce.

Durante el día se puede optar por el menú mediodía, que rota todas las semanas; desayunos y meriendas -con cuatro opciones de huevos y tostones de pan-; sándwiches, pastelería y brunch los fines de semana.

Siguiendo la línea de los productos utilizados en cocina, la carta de vinos -curada por el sommelier Lucio Buttafuoco- cuenta con etiquetas orgánicas como Turbio del enólogo Fernando Ravera, Stella Crinita de Ernesto Catena y Joanna Foster, Animal Organic, Anko, Alpamanta, Paso a Paso, Manos Negras, Mendel, entre otros.

La propuesta se completa con cócteles clásicos (Negroni, Spritz, Campari y Cynar), Cynar Julep, Lunfa Bitter Tonic, Negroni argentino (con gin Heráclito y bitter y vermú Lunfa), distintas opciones de gin tonic y vermut.

Ubicado en un edificio de los años 40, la puesta en valor del local respetó el estilo art decó que inspiró la fachada.

“El diseño del restaurante se basó en la premisa de mantener la estética original del edificio, aportando a la misma vez, elementos modernos y funcionales”, detalla la arquitecta Vanesa Protti, quien agregó: “La imagen que buscamos transmitir es una fusión equilibrada entre lo antiguo y lo moderno”.

Para ello, amplió, “elegimos un color verde en la marca del restaurante, remitiendo a los tonos característicos de la época, pero actualizados a un tono contemporáneo; este matiz de verde evoca frescura y serenidad, y se convierte en un hilo conductor que se integra en cada rincón del restaurante”.

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