IG Los Chacayes: identidad e inconfundible personalidad

La Asociación Civil de Productores de Los Chacayes, de la Identificación Geográfica (IG) ubicada en Tunuyán, Valle de Uco, Mendoza, buscan mostrar la identidad de su terroir y la inconfundible personalidad de los vinos que los mismos elaboran.

Constituida en 2019, dos años después de que la región consiguiera la designación como IG por parte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la entidad busca profundizar el estudio del terroir, comunicar sus especificidades y mejorar las infraestructuras y servicios de la zona.

Desde entonces, los productores difunden y destacan la personalidad de los vinos de este terroir considerado único por su ubicación en el Valle de Uco y por las particularidades que ofrece la zona: suelos, altitud, amplitud térmica y la flora autóctona, características que le aportan a los vinos una personalidad marcada y un especiado muy particular.

Los Chacayes es una de las últimas IG aprobadas de Argentina y hoy se distingue como una de las zonas productivas más impottantes del Valle de Uco; pero su historia como terroir comenzó mucho antes.

Los primeros en afincarse en la zona fueron los hermanos François y Jacques Lurton, que llegaron hasta allí en 1996, cuando la región era aún un paraje inhóspito, buscando las mejores tierras para plantar Cabernet Sauvignon.

La uva se dio allí a la perfección, pero el gran hito llegó en 2002, cuando Bodega Piedra Negra -propiedad de François Lurton- dio a conocer al mercado un Malbec excepcional, al cual nombraron Chacayes.

Si bien registraron la marca en mayo de 2005, cuando en 2017 se creó la IG, cedieron su uso a los viticultores y productores de la zona para que todos pudieran identificar con ella a sus vinos.

El nombre de la IG deriva del chacay, una planta autóctona que crece a la vera de las vertientes y arroyos, que ofrece un fruto de sabor ligeramente cítrico y que formaba parte de la dieta de los aborígenes de la zona.

Con un total de más de 1.500 hectáreas plantadas y una producción anual de más de cuatro millones de botellas, la IG Los Chacayes se caracteriza por su clima, altitud, extensión y por la diversidad de suelos que la componen.

Las variedades que más se cultivan son Malbec, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, y en menor medida Gewürztraminer, Garnacha y Monastrell.

Es una de las regiones con mayor variedad de cepas plantadas -de hecho, Los Chacayes es ideal para el desarrollo de algunas variedades que no alcanzan la madurez necesaria en otras zonas- y en la que cada una logra adoptar características propias y buena tipicidad varietal, adquiriendo la identidad del lugar.

En todos los casos los vinos se distinguen por su concentración, su marcada intensidad y la personalidad que les otorga la flora autóctona y el lugar; se puede detectar la complejidad de vinos añejados pero con la explosión de la juventud y suelen resultar muy especiados al paladar.

Actualmente, los proyectos vitivinícolas se emplazan entre los 1170 y los 2220 msnm; y el clima de la IG Los Chacayes ofrece una amplitud térmica que va de 22 a 25°C -con gran diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas-, y una pluviometría promedio próxima a los 300 mm anuales.

Estas condiciones se traducen en pieles más gruesas, una marcada acidez y concentración, aromas profundos, alcohol moderado y una gran presencia de antocianos que les otorga colores intensos a los vinos.

Diversos análisis respecto de la formación y origen geológico de Los Chacayes identifican distintas áreas bien diferentes dentro de la misma región: Los Chacayes alto, medio y bajo, así como también Los Chacayes norte, centro y sur.

El río Arroyo Grande, que nace del deshielo de la nieve de la parte frontal de la montaña, es la principal influencia para los suelos de la I.G Los Chacayes ya que los elementos que transporta son los responsables de su composición, que resulta muy distinta según su ubicación en una u otra microregión.

Esta diversidad repercute en el viñedo y en las uvas, y se vislumbra claramente en los vinos de la IG.

A pesar de esa multiplicidad de suelos, la zona está compuesta a grandes rasgos por tres abanicos aluvionales que definen tres perfiles o categorías diferenciadas: uno es calcáreo, gravoso y arenoso con gran heterogeneidad; otro aluvial con piedra de río y sin contenido de carbonato de calcio, son suelos que le otorgan a los vinos notas florales y de frutas frescas; y un tercer perfil calcáreo, compuesto de piedra recubierta por una gruesa capa de carbonato de calcio.

El terroir se encuentra muy influenciado por la flora autóctona, plantas que cuando se desarrollan con fuerza despliegan aromas que se incorporan a los vinos, cualquiera sea su variedad, influencia que también dota de un carácter muy particular a los vinos de la región.

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