Mercat suma gastronomía y cultura oriental, y una feria asiática itinerante
Mercat, espacio gastronómico de Villa Crespo, se renueva y evoluciona para transformarse en un lugar en el que se puedan vivir experiencias multiculturales a través de la comida y de distintas actividades en sus tres plantas.
A los históricos locales gastronómicos -Remo, Koi, Lado A, Erdely’s Kurtos, Tierra Orgánica, Vedanna, Grano Santo, Opa, Haulani, Brocca, Polanco, La Tortillería y La casa de Tafí- y los recientemente incorporados Hell’s Pizza y Rivka’s Deli, se le suma una barra de tragos; cocina coreana y japonesa; un candy store asiático; pastelería, postres y bebidas a base de matcha; artículos de colección de cultura pop; mangas y cómics; máscaras artesanales tradicionales japonesas y música con DJ’s.
“Teníamos que profundizar el concepto de comunidad; no sólo con la gastronomía, sino también con contenidos; para poder fidelizar a nuestro público, interpretamos que -además de la excelente propuesta gastronómica con la que contamos- teníamos que brindarles contenido de forma permanente”, explicó Marcelo Pirogovsky, uno de los dueños de Mercat.
Con la curaduría de los locales asiáticos a cargo de Sergio Asato, organizador de GastroJapo, ahora el primer piso de Mercat Villa Crespo emula un callejón japonés en el que están Harajuku by Asato San, Gangnam Express, La Fábrica de Nerds, Keki Coffe & Manga, y Sculpture Mask.
“En el último nivel, Uni Soju Bar, el primer bar de soju en Argentina, suma gastronomía coreana de la mano de Gwiyomi; y, con Almíbar, la nueva barra gerenciada por Marcelo Osorio, aspiramos a conseguir la nocturnidad que hace rato estamos buscando”, agregó Pirogovsky.
Asato también fue el encargado de diseñar el contenido de todos los fines de semana: “La idea es que los sábados y domingos Mercat Villa Crespo se convierta en un mercado asiático, en un espacio en el que puede haber feriantes con sus puestos que puedan ofrecer distintos productos”, explicó.
Mercat Villa Crespo busca crear sentido de pertenencia, fomentar la diversidad y convertirse en un espacio cultural único en la ciudad.
“La palabra exacta es evolucionar”, afirmó Pirogovsky, quien concluyó: “En algo tan cambiante como la gastronomía, quedarse en una misma lógica es realmente una torpeza; claramente, la evolución es interpretar las nuevas tendencias y cambiar hacia eso”.