Naranjos, vinos elaborados con una técnica ancestral

Los vinos naranjos, elaborados con una técnica ancestral que vinifica variedades blancas como si fueran tintas, en contacto con sus pieles, captan cada vez más el interés de enólogos y consumidores argentinos.

El mosto queda en contacto con sus pieles, pulpa y semillas, en una fermentación con maceración que logra extracción de taninos, color, textura y más precursores aromáticos, y le da un color anaranjado.

“Son vinos muy versátiles y gastronómicos y eso ha hecho que se instalen fácilmente en la escena gastronómica del país”, analiza Sofia Civit, gerente de Marketing de Vinventions Sudamérica.

Desde su planta en San Juan, Vinventions abastece a la industria del vino de tapones sustentables hechos a base de caña de azúcar, que cierran etiquetas de vinos naranjos como Pielihueso Naranjo 2022, Finca Las Glicinas Libarna Arancione 2021, Finca Feliz Tesoro Naranjo de Pedro Giménez y La imaginación al poder Naranjo Mecánico.

En ese sentido, Celina Bartolomé, creadora del proyecto Pielihueso, agrega: “Si bien ahora parece ser una tendencia, en realidad son los primeros vinos que se hicieron en la historia”. 

Para la winemaker, el desafío enológico de volver a las raíces fue lo que más la motivó para sumar un naranjo al portfolio de la bodega.

“Cuando empezamos con el proyecto nos encontramos con toda la historia del nacimiento del vino en Georgia, en las ánforas y demás, y nos pareció interesante poder elaborar un vino que recupere las tradiciones”, completó.
Mauro Villarejo, cocreador de La Imaginación al Poder junto a Marcelo Richard Palmero, afirmó: “Quise hacer una versión con uvas locales de fincas de Agrelo, Mendoza”.
Según Lara Persano, creadora de Finca Las Glicinas junto a su papá Humberto, “si bien el tema de los naranjos se empezó a instalar hace poco, (la recepción) fue buenísima”.

Por su parte, Lis Clément, creadora del proyecto Finca Feliz junto a su papá Carlos, comentó que “los consumidores recibieron el naranjo con mucho entusiasmo, es el vino más vendido del portfolio”.
En el Cáucaso, principalmente en Armenia y Georgia, que fue la cuna del vino durante más de seis mil años, se dedicaban a vinificar en grandes vasijas de barro variedades blancas con sus pieles y racimos.
Para Mauro Villarejo, “volver a degustar con la boca, los sentidos y los sabores originarios me pareció un desafío hermoso para mí y para todos los productos de naranjos”.

Según Celina Bartolomé, “hay muchísimas formas de hacerlos y por eso me parece muy interesante que crezca esa categoría y que haya cada vez más opciones para poder tomar y aprender más”.