Vermut, de bebida medicinal a aperitivo
El vermut, cuyo origen se remonta al siglo V antes de Cristo, es un vino especiado que pasó de ser una bebida medicinal a convertirse en un aperitivo.

Según la leyenda, Hipócrates -uno de los padres de la medicina- buscaba un tratamiento para los dolores de estómago; para esto mezcló hierbas, flores y extractos de plantas, creando el “Hipocrás”, un vino especiado.
En el Imperio Romano, fue de a poco dejando atrás su carácter medicinal, para convertirse en un aperitivo; luego, con las invasiones bárbaras retomó su carácter medicinal y se hizo muy popular en tierras alemanas.
En 1796, en Turín, Antonio Benedetto Carpano, inspirado en los vinos de la antigua Grecia y el imperio romano, mezcló vino moscatel con hierbas y especias.
Carpano bautizó a la bebida con el nombre de vermut (o vermouth), un derivado del alemán “Wermut”, que significa ajenjo; que en la Argentina se popularizó como vermut o vermú.
Los dos estilos predominantes de vermut -el rosso rojo italiano y el vermut blanco seco francés- se crearon y comercializaron hace más de dos siglos.
Para ser considerado un vermut “debe contar con 75% de vino en su composición, infusionado con el mix característico de hierbas aromáticas y botánicos”, aclara Guido Iezzi, Brand Manager de Cinzano -marca creada en 1757, presente en la Argentina desde 1870-.
“El uso de productos botánicos hace que el vermut sea maleable por naturaleza”, explica Estefania Jacobs, Group Manager de Grupo Campari.
Los primeros vermuts comerciales fueron elaborados en Italia a finales del siglo XVIII; después en Francia, España y la Argentina.
El lunes 21 de marzo es el Día Internacional del Vermut y en la Argentina se celebrará toda la semana en distintos bares de los barrios porteños.
“Hoy el vermut está más vivo que nunca por el surgimiento de vermuterías y propuestas que valoran la tradición al mismo tiempo que la actualizan para que sea relevante en el mundo actual”, añade Iezzi.