Ping Vino, retornable: “Pagar por el vino y no por el vidrio”, es la consigna

Ping Vino, vino en envase retornable de Bodega Dante Robino, llega a Buenos Aires en sus tres variedades -Red Bend, White Blend y Rose- para ofrecer “un vino de buena calidad a un precio accesible” gracias a la retornabilidad de la botella.

“Siempre ponemos al consumidor en el centro y trabajamos para entender sus necesidades; sabemos que hay diferentes ocasiones de consumo para el vino, y que muchas veces el cliente necesita tener variedad de vinos para disfrutar todos los días”, afirma Nicolás Bruno, gerente general de la bodega.

Por eso, explica, “pensamos en hacer un vino retornable, para poder ofrecer un rico vino a un precio accesible, teniendo en cuenta que el consumidor no paga por el vidrio, sino sólo por el líquido”.

“No es algo que hayamos inventado nosotros, sino algo que se hacía hace años y se perdió la costumbre; por eso lo llamamos Ping Vino, porque hace referencia a los pingüinos en los que se servía el vino de damajuana retornable”, completa.

A través de la retornabilidad del envase, de 850 ml y con tapa rosca, Ping Vino busca además reducir el consumo de recursos naturales y disminuir el impacto en el ambiente, formando parte de un ciclo continuo de reutilización y reciclado.

El proyecto se lanzó en octubre de 2020, con un piloto en 750 puntos de venta en Córdoba, y a partir de junio está disponible en toda la provincia de Córdoba y todos los autoservicios y almacenes de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

El portfolio de Ping Vino se compone de un Red Blend, vino tinto joven y frutado; un White Blend, bino blanco fresco y aromático; y un Rosé Blend, vino rosado con aromas de carácter floral, fresco y levemente dulce.

“Todas las variedades son vinos fáciles de tomar y de aroma ligero a frutas; de carácter corto, o sea, duran poco en boca, lo que los hacen ideales para cualquier ocasión”, explica la enóloga Soledad Buenanueva.