Musgo celebró su primer aniversario y prepara nuevas propuestas
Musgo, el restaurante de Konstantin Voronin y Ksenia Romantsova que fusiona influencias asiáticas y escandinavas con productos patagónicos, celebró su primer aniversario y encara su segundo año con nuevas propuestas.

En doce meses, Musgo se convirtió en un referente dentro de la escena gastronómica porteña gracias a su propuesta de sabores únicos, su estética delicadamente natural y su búsqueda constante por ofrecer experiencias auténticas.
El local desembarcó en 2024 bajo el concepto de Patagandi, una fusión entre ingredientes patagónicos, técnicas de cocción tradicionales y un enfoque visual escandinavo.
“A medida que pasa el tiempo, vamos profundizando en el concepto; conocemos más productos, más productores, viajamos más por la Patagonia; ya no trabajamos solo con referencias del exterior, ahora también desde lo local, desde lo vivido”, explican Voronin y Romantsova.
El primer objetivo era integrarse a la escena gastronómica local y “lo logramos”, aseguran y agregan: “La gente nos conoce, viene, repite; incluso nos reconocen fuera del restaurante”.
Además de sus propuestas gastronómicas, para este segundo año Musgo incursionará en proyectos aún más innovadores.
A partir de julio, Musgo presenta “Eco de la Patagonia”, una obra de teatro inmersivo y gastronómico dirigida por la actriz y creadora rusa Alexandra Polonik.
Se trata de una experiencia en la que la narrativa escénica, la música en vivo, el mapping y un menú de cinco pasos se entrelazan para rendir homenaje al paisaje emocional y natural de la Patagonia.
Cada acto de la obra se corresponde con un plato especialmente diseñado para la ocasión, conectando emociones con sabores y memorias con aromas.
“Eco de la Patagonia no se explica con palabras. Se vive”, afirma su directora.
Además, Musgo lanzará una colaboración junto con la marca de diseño Cefér, reconocida por sus carteras únicas y artesanales.
Juntos crearon un porta vino exclusivo tejido en algodón y forrado en lino, con detalles bordados en mostacilla que evocan la estética orgánica del restaurante y la calidez de los rituales cotidianos.
La pieza estará disponible desde junio y acompañará la renovación de la carta de vinos.
“Desde el comienzo, el vino fue el corazón de Musgo. Este año decidimos expandir nuestra carta y también lanzar venta directa, pensada especialmente para turistas. El porta vino es un símbolo de eso: algo bello, práctico y con identidad”, cuenta Ksenia.
Y, junto con Mañana Magazine, la revista cultural sobre Buenos Aires para expats, llevará a cabo una serie de fiestas de vinilo en las que la comida, la música y el espacio se unirán en un mismo concepto.